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España se queda sin fábricas de mascarillas: “A los empresarios que produjeron EPI en 2020 no los vuelven a pillar”

En nuestro país había en el momento más duro de la pandemia unas 50 fábricas de mascarillas y EPI y en la actualidad solo quedan 10

Producción de mascarillas en una fábrica de España. / Cadena SER

Adrián del Pozo

Cadena SER09/07/2023 – 8:34 h CEST

Madrid

El Ministerio de Sanidad ha dado por finalizada esta semana la alerta sanitaria por la COVID-19 en España. Así, han dejado de ser obligatorias las mascarillas en los últimos lugares públicos en los que todavía se mantenía la obligatoriedad. Ya no hace falta llevar el cubrebocas en hospitales, centros de salud, farmacias y residencias. Y este cambio, que supone una alegría para muchas personas, es la puntilla para un sector que agoniza: las fábricas de mascarillas.

En España, en el momento más duro de la pandemia, llegaron a coexistir -y funcionando a pleno rendimiento- hasta unas 50 fábricas de mascarillas y EPI. Ahora mismo, no pasan de 10. Una decena de empresas que tratan de reconvertirse y sobrevivir, señalando que para evitar que volvamos a tener problemas de suministro en otra pandemia -algo que los expertos ven cada vez más probable- habría que garantizar una reserva estratégica.

“A día de hoy estamos en un 20% y no aguantaremos mucho más”, dice Tomás Martín, presidente de la Asociación Española de Fabricantes de EPI y Mascarillas (OESP). “A no ser que el Gobierno se ponga las pilas con la ley de Seguridad Nacional”, añade.

Y Tomás se refiere a la reforma de la Ley 36/2015 de Seguridad Nacional que estaba previsto que se aprobara en esta legislatura, pero que se ha quedado en el olvido del parlamentarismo con la convocatoria de Elecciones Generales y la consecuente disolución de las Cortes Generales

Una ley que, explican desde la asociación, “protegería a toda la industria de producción de EPI sanitarios, de medicamentos, de logística… Tenemos que prepararnos para que, si pasara otra situación como esta, no repitiéramos lo mismo, sino que se corrigiera y tuviéramos medidas para que pudiéramos salir mucho mejor de una situación de la que hemos aprendido”, añade Martín, presidente de OESP.

Los fabricantes -solo quedan una decena- solicitan que se les considere un sector estratégico, que se les acompañe y se les ayude, para que no se tenga que volver a recurrir a los mercados asiáticos ante una situación similar. Porque en la situación actual, Tomás tiene claro que el sector no reaccionaría igual.

“Se lanzaron a abrir una fábrica en momentos de pandemia con restricciones de todos los ámbitos, de transporte… Y aun así, muchos empresarios se metieron en inversiones millonarias para levantar una fábrica. Y a esos empresarios, hablando mal y pronto, no los vas a pillar más”, señala el presidente de la OESP.

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